Julio Ricardo Zuna Cossío
“Encomendar la ejecución de las presentes tareas al emergente liderazgo joven”. Ésta es la undécima tarea para lograr la autonomía que don Rubén Costas proclamó en el primer cabildo del siglo XXI, ésa es la misión de los jóvenes y ahora el mundo lo reclama.
Estamos viviendo en el país un momento histórico y decisivo en el que o cruzamos el umbral del mundo hacia la autonomía y el desarrollo o nos hundimos en el sometimiento del centralismo andino y su irracional bloqueo.
Es hora de que terminemos con la indiferencia y la apatía patética de la falta de civismo de los jóvenes, ya que Santa Cruz necesita una renovada camada de líderes que sepan llevar al país hacia rumbos más prósperos, es hora de que ese león que llevamos dentro todos los jóvenes despierte y haga algo por resguardar y luchar por la autonomía, porque el día del cabildo no asumimos una obligación, asumimos un compromiso con todos los bolivianos, que es la base del desarrollo del liderazgo juvenil cruceño.
La importantísima tarea delegada a los jóvenes no tiene que pasar a segundo plano en ningún momento, puesto que se debe consolidar con prioridad como la consigna de lucha de todos los jóvenes y también de los que no lo son.
Los jóvenes cruceños no queremos guerra, violencia o confrontación, sólo cumplir a cabalidad nuestra honorable tarea ya que consideramos que la violencia no es el camino para que se dé el cambio; debemos buscar los caminos pacíficos. Pedimos que cesen los ataques con cizaña que mutilan nuestra integridad y dañan nuestra moral, nosotros no responderemos ante estas viles provocaciones, sólo reaccionaremos frente a las amenazas de avasallamiento o bloqueos contra Santa Cruz, principal motor de progreso del país.
No defraudaremos nunca a nuestro comité y la confianza depositada en los jóvenes, que es algo que nos enorgullece y da aliento para continuar en la marcha hacia la construcción de un nuevo amanecer. Dejar un país con mayor justicia, salud, educación y equidad es el mejor legado para las futuras generaciones, y para lograr eso la juventud no es nuestra esperanza, es nuestra mejor realidad.
Lunes 8 de Agosto del 2005, Diario Mayor El Deber
lunes, agosto 08, 2005
Suscribirse a:
Entradas (Atom)